La manta de lamas es un producto aislante flexible hecho de lana mineral, con fibras comprimidas dispuestas perpendicularmente a la lámina portadora.
Con un espesor de 50 mm, es ideal para aislamiento térmico y acústico, así como para protección contra incendios en superficies curvas o irregulares como tuberías, depósitos, calderas o conductos.
La lana mineral es no combustible (por ejemplo, Euroclase A1), resistente al calor y estable con el tiempo.
Se puede aplicar una lámina de aluminio como barrera de vapor.